A parte de la estética lo más importante de una campana es su capacidad de extracción, por esto aquí os damos una guía de cómo calcular la más adecuada para vuestra cocina. Según estudios realizados, para conseguir una renovación adecuada de aire en la zona de cocción es necesario que la campana renueve entre 6 y 12 veces cada hora el volumen de la cocina. Si el volumen lo multiplicamos por 6 será la capacidad de extracción real a velocidad mínima. Si lo multiplicamos por 12 será la capacidad de extracción real a velocidad máxima.
Otra cosa importante a tener en cuenta es que la campana sea igual o mayor que la placa de cocción, consiguiendo una menor dispersión de humos y una renovación del aire en menos tiempo. Una campana puede renovar el aire de la cocina de dos maneras diferentes según su modo de instalación, ya sea en salida de aire o en recirculación. Este último está indicado para aquellas viviendas sin posibilidad de salida de aire.
Una buena instalación es clave para conseguir que la campana funcione correctamente, por esto es recomendable utilizar conductos del mayor diámetro posible, reducir la utilización de codos de 90º, evitar salidas parcialmente bloqueadas, evitar utilizar codos con el interior recto e intentar que las tuberías sean lo menos largas y rugosas posibles.
Una vez tengamos claro la campana que necesitamos, es conveniente que sepamos que la mayoría disponen de sistemas de control con los que podemos regular fácilmente los diferentes niveles de extracción, la intensidad de la luz y temporizar su desconexión. También la mayoría de campanas de gama alta consiguen reducir al máximo el ruido gracias a la utilización en su fabricación de un material sintético fonoabsorbente.
Otro factor muy importante es la limpieza: la mayoría de campanas incorporan un interior blindado que cubre el motor, permitiéndonos limpiarla de forma fácil y segura. Además los filtros son lavables en el lavavajillas.
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