¿Qué nos conviene más: un calentador de gas o un termo eléctrico? Si te estás preguntando cuál es la mejor opción para obtener agua caliente en casa, la respuesta es fácil: depende del uso que vayas a darle. Ninguna de las dos opciones es mejor que la otra. La elección dependerá de cómo se ajusten sus características y funcionamiento a las necesidades de consumo.
En términos generales, solemos decir que el termo eléctrico es ideal para un bajo consumo de agua caliente, cuando conviven dos o tres personas como máximo o para una segunda residencia (donde el uso del agua caliente es limitado). En el caso que el consumo de agua sea más elevado, bien por un mayor número de personas o simplemente por un uso más intensivo del agua caliente, la recomendación es el calentador de gas.
Pero vamos a desarrollar mejor las características de cada sistema para analizar en profundidad sus ventajas e inconvenientes.
EL CALENTADOR A GAS
En un calentador a gas, el agua se calienta en el momento que la necesitamos. Cuando abrimos el grifo de agua caliente, el aparato empieza a calentar el agua mediante una serie de quemadores a gas. Después de un minuto o dos, aproximadamente, podemos disponer de agua caliente de manera ilimitada.
¿Por qué el calentador a gas es ideal para grandes consumos?
En primer lugar, el gas natural resulta más económico que la electricidad, con lo cual, si vamos a consumir energía de manera considerable, vale la pena mirar por el precio.
En segundo lugar, el hecho de disponer de agua caliente de manera ilimitada es una ventaja a tener en cuenta, ya que evitaremos quedarnos sin agua caliente a mitad de un baño.
¿Cuáles son sus inconvenientes?
Como hemos comentado, el agua caliente no sale inmediatamente, sino que debemos esperar a que el calentador haga su función. Mientras tanto, tendremos el grifo abierto, saliendo agua fría hasta que llegue la caliente. Además, es necesario un caudal mínimo de agua para que el calentador se ponga a funcionar.
Una solución inteligente es aprovechar esa agua fría para fregar o regar las plantas: Mientras no salga el agua caliente, puedes llenar un cubo de agua.
Otra desventaja de tratar con un calentar a gas es el hecho de requerir una instalación de gas y la obligación de contratar revisiones periódicas.
Algunos calentadores de gas:
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